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Hace unos días antes de subir al transporte público
vi algunas personas reunidas, una, riéndose, agitaba un periódico señalando la
crónica roja y diciéndole al otro: mira, culpa de Maduro. Acompañado, como
suele suceder en estas personas, de un discurso lleno de deseos negativos para
la nación.
Me pregunté si ese diálogo pudo haber sido
posible si esa persona no se hubiese tropezado con ese periódico aquella
mañana.
2
Ya está más que comprobado: este no será el año
de “paz electoral” como se llegó a pensar. A partir de los recientes sucesos de
sobreexposición mediática de la violencia criminal en nuestro país, hemos
presenciado la agenda a seguir del oposicionismo.
Es decir, este año nos darán hasta en la cédula a
nivel mediático.
3
Toda la campaña será en contra de la imagen del
presidente Nicolás Maduro, su gestión y por supuesto del proceso
Revolucionario. Es decir, Maduro es el culpable de todas las angustias y
quebrantos.
4
Cobra vida nuevamente la tesis del estado
fallido, entiéndase como: la Revolución no ha hecho nada. Redoblarán con todos
los tambores habidos y por haber, subrayarán con todos los resaltadores los
efectos de la subcultura de la violencia en nuestro país, hablando, por
supuesto, de lo que ocurre, más no de las políticas que se han diseñado para
combatir esta problemática.
5
Los medios enemigos funcionarán esta vez más fuerte que nunca, ejerciendo suoficio de herramienta legal para golpes de estado, a través de nombres tanaparentemente inofensivos como Bloque de Armas, Grupo Cisneros, Conglomeradode Medios 1BC, la Cadena Capriles, Grupo Sisa y Vocento, y por supuesto todo eltejido comunicacional de la derecha transnacional, entre ellos, por supuesto,CNN, ABC y otros, vociferando alrededor del mundo la cara ficticia de nuestropaís.
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Tal vez muchos dirán que el enemigo no cambia, que
siempre es el mismo. Y tal vez sea así, el inconveniente reside en cuando parte
de la población cree que todos estos argumentos son obra de la imaginación,
ignorando los intereses que existen detrás de nuestro país. E insistimos mucho
en este asunto, es decir, hace poco conversaba con algunos familiares que no
son adeptos al chavismo, les comentaba que mi interés no es que todo opositor
se vuelva chavista, sino que por favor entendieran que el imperialismo no es
cosa de cuentos de camino, que la manipulación mediática es un hecho, que
aquello que creemos inofensivo no lo es, que cada programación, proyecto y
mercancía tiene una intención muy clara de encubrimiento de la realidad, armas
para negar la existencia de la amenaza que se cierne sobre los países que
poseen riquezas materiales, y más aún de aquellos que se niegan a seguir la
lógica capitalista.
7
Muchos seguirán siendo tontos útiles,
multiplicadores de la ficción mediática, haciendo de la afirmación nazi de “una
mentira dicha mil veces se convierte en verdad” en un credo para ser
practicado, que no afecta sólo al chavismo sino a todas y todos los venezolanos
por igual. La noticia de la que uno se entera se convierte en un rumor que
muchos esparcen sin ningún tipo de reflexión; habrán algunos que recibirán
dinero por esto (los que están trabajando en el laboratorio desde siempre),
otros seguirán haciéndolo gratis, como si fuera una gracia la cosa, como
siempre.
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En estos escenarios sociales las luchas son tan
complejas que la historia y los pueblos que se aferran a ella terminan
definiéndolo todo, y a la historia misma, incluso. Bueno, la historia ya nos
dijo qué terminó pasando con los nazis y los antiguos imperios, por esa misma
razón nosotros seguiremos siendo pueblo, estando del lado de la historia.
Allá ellos, que sigan viviendo en el sinsentido.