martes, 14 de enero de 2014

Ocho apuntes mediáticos





1
Hace unos días antes de subir al transporte público vi algunas personas reunidas, una, riéndose, agitaba un periódico señalando la crónica roja y diciéndole al otro: mira, culpa de Maduro. Acompañado, como suele suceder en estas personas, de un discurso lleno de deseos negativos para la nación.

Me pregunté si ese diálogo pudo haber sido posible si esa persona no se hubiese tropezado con ese periódico aquella mañana.

2
Ya está más que comprobado: este no será el año de “paz electoral” como se llegó a pensar. A partir de los recientes sucesos de sobreexposición mediática de la violencia criminal en nuestro país, hemos presenciado la agenda a seguir del oposicionismo.

Es decir, este año nos darán hasta en la cédula a nivel mediático.

3
Toda la campaña será en contra de la imagen del presidente Nicolás Maduro, su gestión y por supuesto del proceso Revolucionario. Es decir, Maduro es el culpable de todas las angustias y quebrantos.

4
Cobra vida nuevamente la tesis del estado fallido, entiéndase como: la Revolución no ha hecho nada. Redoblarán con todos los tambores habidos y por haber, subrayarán con todos los resaltadores los efectos de la subcultura de la violencia en nuestro país, hablando, por supuesto, de lo que ocurre, más no de las políticas que se han diseñado para combatir esta problemática.



5

Los medios enemigos funcionarán esta vez más fuerte que nunca, ejerciendo suoficio de herramienta legal para golpes de estado, a través de nombres tanaparentemente inofensivos como Bloque de Armas, Grupo Cisneros, Conglomeradode Medios 1BC, la Cadena Capriles, Grupo Sisa y Vocento, y por supuesto todo eltejido comunicacional de la derecha transnacional, entre ellos, por supuesto,CNN, ABC y otros, vociferando alrededor del mundo la cara ficticia de nuestropaís.

6

Tal vez muchos dirán que el enemigo no cambia, que siempre es el mismo. Y tal vez sea así, el inconveniente reside en cuando parte de la población cree que todos estos argumentos son obra de la imaginación, ignorando los intereses que existen detrás de nuestro país. E insistimos mucho en este asunto, es decir, hace poco conversaba con algunos familiares que no son adeptos al chavismo, les comentaba que mi interés no es que todo opositor se vuelva chavista, sino que por favor entendieran que el imperialismo no es cosa de cuentos de camino, que la manipulación mediática es un hecho, que aquello que creemos inofensivo no lo es, que cada programación, proyecto y mercancía tiene una intención muy clara de encubrimiento de la realidad, armas para negar la existencia de la amenaza que se cierne sobre los países que poseen riquezas materiales, y más aún de aquellos que se niegan a seguir la lógica capitalista.

7

Muchos seguirán siendo tontos útiles, multiplicadores de la ficción mediática, haciendo de la afirmación nazi de “una mentira dicha mil veces se convierte en verdad” en un credo para ser practicado, que no afecta sólo al chavismo sino a todas y todos los venezolanos por igual. La noticia de la que uno se entera se convierte en un rumor que muchos esparcen sin ningún tipo de reflexión; habrán algunos que recibirán dinero por esto (los que están trabajando en el laboratorio desde siempre), otros seguirán haciéndolo gratis, como si fuera una gracia la cosa, como siempre.

8
En estos escenarios sociales las luchas son tan complejas que la historia y los pueblos que se aferran a ella terminan definiéndolo todo, y a la historia misma, incluso. Bueno, la historia ya nos dijo qué terminó pasando con los nazis y los antiguos imperios, por esa misma razón nosotros seguiremos siendo pueblo, estando del lado de la historia.


Allá ellos, que sigan viviendo en el sinsentido.