El
poeta argentino Alejandro Cabrol, en su visita a la ciudad de Barinas, nos
regaló unos versos que luego sería proféticos: La red sanguínea de los
Pasajeros del Sur/ no descansa/ suelta la serpiente florida/ a copar el cauce
del Orinoco. Aquí estamos entonces/ sobre los clavos infames heredados/ nos
crecen ramas de árboles de mango/ que alimentan al corazón del círculo/ corazón
que late letras/ y arma columnas de doscientos hombres/ que tomarán Caracas/ un
día de éstos, Camarada”.
Recordemos
al Comandante Chávez al parafrasear el eterno retorno de Federico Nietzsche,
“Estamos en el corazón del círculo”. Se refería al retorno de Bolívar, el
eterno retorno del proyecto Bolivariano. Así nos sentimos hoy los Pasajeros del
Sur, el colectivo literario que cumple ya un año de la primera conversa. La
poesía siempre ha estado ligada a los procesos libertarios del mundo. No hay
doctrina del Libertador sin “Mi delirio sobre el Chimborazo”; no hay “Nuestra
América” de Martí sin “Versos Sencillos”; así como no hay un “Techo de la
Ballena” o un “¿Duerme usted señor presidente?” escrito en dictadura por
un Caupolicán Ovalles.
El hoy
es distinto. No escribimos a escondidas, no nos buscan para matarnos por
ofender al presidente en un poema, no hay represión hacia los creadores y
creadoras. Hoy tenemos Patria; pero tenemos Patria no solo para disfrutarla y
quererla, sino para sentirla en el pecho y prestarse a su defensa. ¿Qué mejor
arma que la creación? ¿Qué mejor defensa que las palabras? ¿Qué mejor arma
contra un complejo militar industrial que operar con los símbolos y arquetipos
de nuestros pueblos originarios emancipados en la palabra?
Un
ejercicio. Vamos a imaginarnos un movimiento surrealista sin André Bretón –su
padre fundador-. Solo imaginemos que no haya sido comunista. Imaginemos un
Pablo Picasso –referente por excelencia del cubismo y el arte moderno-, que no
haya sido comunista. Imaginemos un Gustavo Pereira –voz fundamental de la
poesía contemporánea actual de nuestras tierras-. Solo imaginemos que no sea
socialista. La creación y la responsabilidad cívica-colectiva del creador lo
hacen inmortales; lo contrario es perecedero, individualidad efímera.
Bruno
Giormenti Moravec, otro argentino que nos visita en nuestra Barinas, la Barinas
del Corazón del Círculo, nos decía que las revoluciones se hacen moviendo el
campo de lo posible; así piensa él, junto a miles de militantes de Marea
Popular, quienes ya tienen un especial vínculo a los Pasajeros del Sur. ¿Por
qué? Porque son Pasajeros del Sur; están haciendo con nosotros el viaje hacia
el Sur. Y Bruno se afirma, nosotros nos afirmamos en el campo de lo posible de
la palabra creadora y dadora de vida, nos dijo que tendría un blog muy pronto,
se llamará: Una Marea Entera. Son los Pasajeros del Sur, los combatientes
históricos de las ideas y la acción que se conocen desde 1803 en Haití, son
africanos, cubanos, venezolanos, argentinos, bolivianos, chilenos, son de los
33 países de nuestra confederación de estados latinoamericanos y caribeños. Son
los que se han embarcado por las Venas Abiertas de América Latina para la
liberación definitiva.
Que así sea.