El fascismo tiene su escuela de mentiras |
—Abre
los ojos, despierta.
Fueron las
últimas palabras de un taxista después de traerme al departamento. Calculo que
tenía alrededor de unos 40-45 años, le acababan de entregar el carro; Álvaro y
yo apenas estábamos subiendo, al momento dijo:
—Estos
chavistas están perdidos. Maduro dijo que ganarían las elecciones como sea.
De inmediato reconocí
el tono burlista de sus palabras y le hice señas a Álvaro para no confrontarlo.
El hombre portaba una energía fatalista
y confusa que llegaba a perderse en un arroz con mango de los muchos disparates
que decía, entre ellos la afirmación de que el gobierno es el generador de
la escasez, como si a un gobierno que pretende mantenerse en el poder le conviniera
tal cosa. Él mismo se preguntaba —¿Cómo
reinaba la cerveza y como no se conseguía la harina? ignorando por completo la
monoproducción por parte de empresas privadas como la Polar que deciden bajar
los niveles de producción de alimentos, para aumentar la producción de licores.
Ignorando la dura guerra a la que nos
somete el empresariado apátrida. Insistía en que antes se conseguía de
todo, entre otras cosas, ignorando por completo los niveles de adquisición de
la sociedad venezolana, que en su mayoría hace una década eran mínimos
comparados al presente. Para nunca
olvidar: no todos tenían las mismas posibilidades, porque las riquezas no eran
distribuidas entre todos, había muy poca o nula inversión social; es
curioso pero en algunos sectores de la sociedad venezolana estos son los tipos
de comentarios imperantes y que muchos de ellos, incluso, carecen de bases sólidas
para su defensa.
Gran parte de estos comentarios por
sencillos que son, denotan lo elaborados que están desde los laboratorios de
guerra sucia, desde donde nace el rumor que será opinión más tarde.
En Nuestra América,
desde el avance de los movimientos progresistas, la oligarquía ha estado
induciendo estrategias de manipulación y de rumores sirviéndose de sus medios
de comunicación como instrumentos de guerra y su principal laboratorio
psicológico; la rumorología es utilizada para desestabilizar gobiernos como la
Revolución Bolivariana, el Estado Plurinacional de Bolivia, o la Revolución
Ciudadana en el Ecuador. Este fenómeno
consiste en crear falsas matrices de opinión que contribuyen con el malestar y
descontento; estos rumores no poseen ningún tipo de argumentos como
justificarlos, siendo solo rumores basados en la premisa nazi de “una mentira dicha mil veces se convierte en
verdad”, también podríamos recordar
aquel cuento de Gabriel García Márquez Algo malo va a pasar en este pueblo, que irónicamente
refleja como a través de un rumor un pueblo es cómplice de su autodestrucción.
Es pues, fácil comentar, criticar, digerir,
calificar y vociferar sin razonar sin al menos preguntar un por qué, lo que no
es fácil es buscar la fuente de lo que se dice, ir más allá de lo impuesto por los medios de comunicación que son
conducidos por minorías que trabajan en pro de sus beneficios, sin importar el
daño que hacen a las personas que con fe ciega han dejado sus mesas y su
acercamiento para ir a la cama y distanciarse del mundo frente a las pantallas.
¿Cómo explicarle
todo esto a José que tiene altos niveles de alienación y de intolerancia? es
muy difícil. No debemos perder el tiempo
en convencer a los inconvencibles, ni en despertar a los del “sueño insomne”,
debemos apostar a la juventud, para mostrarles, discutir y compartir la verdad
histórica, nuestra razón colectiva, disipando toda esa energía fatalista que se
intenta inocular en nuestra sociedad, para demostrar en esta próxima
contienda la verdad verdadera y hacer irreversible nuestro proyecto país,
nuestro proceso emancipador, nuestra revolución. Nuestra razón que es la razón
de todas y todos.